lunes, 13 de octubre de 2008

Cabo de Miedo

Solo un breve comentario sobre éste film de Scorsese, la remake de la película de 1962 que protagonizaran Robert Mitchum y Gregory Peck en los roles de Max Cady y Sam Bowden respectivamente.

En la cinta de Scorsese (donde también tienen roles los protagonistas originales) el psicópata Max Cady es representado por Robert De Niro y Bowden lo encarna Nick Nolte.

Un tema interesante, para discutir en otra oportunidad, podría ser las diferencias entre el psicópata que crea Robert Mitchum y el de Robert De Niro con 30 años de distancia entre ambos.

Pero vamos a lo nuestro: cualquiera está tentado a pensar el film como el vengativo ataque de un psicópata a una típica família americana. La primera mirada confirma que Max Cady es un malvado del cual hay que defenderse a toda costa.

Pero en una segunda pasada, uno puede advertir en la versión de Scorsese que desde una cierta perspectiva el personaje de Max Cady parece mucho más caricaturesco que el de Sam Bowden.

Quien es Bowden? Un abogado, padre de família, con una linda esposa, una amante, en fin.. una vida burguesa como las tantas que podemos encontrar por ahí. En cambio Cady, es un personaje que va incluso más allá de la psicopatía. Es prácticamente invencible. Haya visto sino la escena en la cual unos hombres contratados para darle una paliza, terminan maltrechos porque Cady da vuelta la pelea y los bate a todos. No solamente eso, sino que hábilmente luego utiliza el hecho en contra de Bowden.

Cady es un villano indigno de Bowden. Habría sido más apropiado como archienemigo de Batman o del Hombre Araña.

Mi ejercicio es ver la película, pero sin separar a Max Cady de Sam Bowden. Si eliminamos el personaje de Cady, lo que nos queda es la aburrida vida de Sam Bowden, vista desde la perspectiva de sus própios fantasmas neuróticos.

Si desplazamos el eje de la historia al personaje que desarrolla Nick Nolte, lo que tenemos es a un perfecto imbécil, cobarde, impotente e incapaz de dar cuenta de la mayor parte de las escenas en las que se ve involucrado.

Para este Bowden, modelo de un neurótico obsesivo, Cady se presenta como un rival que encarna la fantasmática de ser prácticamente invulunerable,sexualmente imbatible, él mismo se cree un enviado de dios, una suerte de ángel del mal predestinado a imponer la justicia divina.

Las innumerables referencias religiosas son hechas, por ejemplo, por la vía de los tatuajes en el cuerpo de Cady (fueron hechos con substancias vegetales en el cuerpo de DeNiro,, para que se desvanecieran con el tiempo); también puede verse en su auto una placa que dice: Tú eres VIP en la tierra, yo soy VIP en el cielo; además del própio discurso del personaje en varias escenas.

Cady es quien conoce el secreto del goce de las mujeres de Bowden. El primer ataque lo realiza contra su amante. La conquista, la lleva a la cama y en una escena sado-masoquista, la viola y la golpea salvajemente. Aún después de esto la chica prefiere no presentar cargos. Y todo ocurre porque Bowden no acudió a la cita que tenía con ella!

Luego está la escena del colegio, con Cady y Danielle, la hija de Sam. Aquí él hábilmente seduce a la cuasi-adolescente en una secuencia de alto voltaje. Pero la seducción vá más allá del cuerpo, logra someter la mente de la chica que en un primer momento hasta defiende al psicópata frente a sus padres.

Más adelante tenemos la escena del barco. Allí finalmente Sam Bowden es puesto en posición de contemplar impotente la escena en que Cady tendrá sexo con su propia esposa (Jesica Lange). Si uno presta atención a la secuencia, verá un cierto goce de ella el lance. Incluso cuando él intenta la violación de Danielle, ella se ofrece como substituto para el sacrificio. Si uno escucha el discurso de ella con los oídos de Sam Bowden, es perfectamente consistente con esta lectura.

Los innumerables intentos de Bowden por acabar con su síntoma-Cady, resultan todos fallidos. Cady es "el retorno de lo reprimido" por cuanto su caso fue "cajoneado" hacía catorce años por Bowden y resurgía ahora, en el presente, con inusitada fuerza y como algo extraño, ajeno a su vida. La conexión fue la culpa de Bowden por haber fallado en cumplir con su deber profesional para con su cliente en el momento oportuno.

Sam Bowden pasa así a ser una especie de villano, culpable desde el principio y Cady el enviado divino destinado a castigarlo. Aquí podríamos establecer interesantes paralelismos entre el personaje de Cady y la figura paterna en la mente de Bowden.

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